Tras más de cien años de historia, El Explendid, conocido por el gran público como el Grand Hotel desde 1975, cerrará sus puertas para siempre.
Desde hace dos años, el nuevo dueño del edificio, la compañía Build to Smile, anunció que el que un día fue icono absoluto de Nathan Coast, era deficitario. Estas, pues, serán las últimas navidades que propios y foráneos podrán pasar en sus salones.
El edificio de estilo ingles, diseñado por el arquitecto Smith Prayer a principios del pasado Siglo XX, sufrió varias transformaciones y reformas desde el día de su inauguración en 1908 hasta hoy. La primera, en los años cuarenta, por parte de Pierre Nei, que le añadió su característica mansarda y el gran reloj central. Más tarde, en 1975, la compañía Brook&Bross. sumó al frontal del edificio las dos torres donde situaron cuatro nuevas suites, y el ascensor hidráulico y exterior que imita a los del Casino, situado en la misma Plaza Royal.
"Con el cierre y posterior demolición de este emblemático edificio, se irá parte de nuestra historia" comenta el gerente Michael O´Higgins con lágrimas en los ojos. "Pero hasta el final (el próximo 8 de Enero) seguiremos trabajando con el mismo entusiasmo y alegría que lo hemos hecho desde el primer día.
Fuentes relacionadas a la compañía Build to Smile, afirman que la intención es construir un imponente y moderno edificio, con club privado en la primera planta y acceso directo a la playa.
Desde la Plataforma "Salvemos el Grand" constituida por los anteriores dueños, la familia Spurs, que ya cuenta con más de cuatro mil afiliados, no cesarán en su empeño de impedir la demolición.
"Me ataré con cadenas a las puertas giratorias" grita, visiblemente emocionada, Leah Spurs, la abuela y matriarca del clan.
El alcalde Dready, por su parte, ha mostrado su rechazo y su tristeza por esta "indudable pérdida" en su última comparecencia en público donde además presentó el plan de fiestas navideñas.
"El Grand se marchará, pero Nathan Coast sigue mirando hacia el futuro" sentenció entre aplausos.
Desde hace dos años, el nuevo dueño del edificio, la compañía Build to Smile, anunció que el que un día fue icono absoluto de Nathan Coast, era deficitario. Estas, pues, serán las últimas navidades que propios y foráneos podrán pasar en sus salones.
El edificio de estilo ingles, diseñado por el arquitecto Smith Prayer a principios del pasado Siglo XX, sufrió varias transformaciones y reformas desde el día de su inauguración en 1908 hasta hoy. La primera, en los años cuarenta, por parte de Pierre Nei, que le añadió su característica mansarda y el gran reloj central. Más tarde, en 1975, la compañía Brook&Bross. sumó al frontal del edificio las dos torres donde situaron cuatro nuevas suites, y el ascensor hidráulico y exterior que imita a los del Casino, situado en la misma Plaza Royal.
"Con el cierre y posterior demolición de este emblemático edificio, se irá parte de nuestra historia" comenta el gerente Michael O´Higgins con lágrimas en los ojos. "Pero hasta el final (el próximo 8 de Enero) seguiremos trabajando con el mismo entusiasmo y alegría que lo hemos hecho desde el primer día.
Fuentes relacionadas a la compañía Build to Smile, afirman que la intención es construir un imponente y moderno edificio, con club privado en la primera planta y acceso directo a la playa.
Desde la Plataforma "Salvemos el Grand" constituida por los anteriores dueños, la familia Spurs, que ya cuenta con más de cuatro mil afiliados, no cesarán en su empeño de impedir la demolición.
"Me ataré con cadenas a las puertas giratorias" grita, visiblemente emocionada, Leah Spurs, la abuela y matriarca del clan.
El alcalde Dready, por su parte, ha mostrado su rechazo y su tristeza por esta "indudable pérdida" en su última comparecencia en público donde además presentó el plan de fiestas navideñas.
"El Grand se marchará, pero Nathan Coast sigue mirando hacia el futuro" sentenció entre aplausos.
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